Me siento tan privilegiado de trabajar en un campo muy respetado como mediador para todos los empleados- el Departamento de Recursos Humanos. Estoy involucrado en cualquier cosa, desde las relaciones con los empleados hasta el reclutamiento. Actualmente, estoy reclutando para algunos puestos vacantes.
Hoy, quiero enfocarme en un rol específico que tenemos abierto. He estado buscando un candidato específico que pueda dar servicio a un cliente importante y de alto perfil para la empresa en la que trabajo con habilidades simples como la organización, las habilidades de seguimiento, las habilidades de servicio al cliente y las habilidades básicas de computadora. Dicho esto, estamos buscando específicamente un candidato que domine el español por razones comerciales. Este rol es un puesto de nivel de entrada y es un gran comienzo para una carrera en una empresa donde se puede aprender tanto. Tenga en cuenta que mi empresa se encuentra en una ciudad muy poblada de hispanohablantes. Hace unas semanas, abrí el puesto en línea en una plataforma donde cualquiera y todos tienen acceso. He estado en contacto con posibles candidatos profesionales que tienen grandes habilidades y que podrían encajar en la cultura de nuestra compañía, pero que no hablan español.
Honestamente, tengo que preguntar, ¿dónde están mis profesionales de habla hispana? ¿Por qué los latinos no se preparan profesionalmente? ¿O si? Me puse en contacto con unos pocos candidatos calificados, pero por alguna razón no logran llegar al siguiente paso. ¿Por qué no somos nosotros, como latinos que buscamos crecer profesionalmente, y obtener ciertas habilidades para usar en el trabajo, y estar calificado para puestos de oficina simples pero excelentes como el indicado anteriormente? Tengo que señalar que este no es un blog para minimizar cierta raza o decir que los latinos deberían ser mejores, sino para alentar a mi familia latina a prepararse profesionalmente.
Permítanme compartir con ustedes mi historia: hace diez años, cuando comencé la universidad, no estaba donde quería estar profesionalmente, educativamente ni mentalmente, pero me desafiaba a mí mismo a crecer. Estuve en la universidad durante siete años, dos años en una universidad terminando mi licenciatura y ahora estoy inscrito en la escuela de posgrado. Hablando profesionalmente comencé como Asistente de Vestimenta, luego me convertí en Lider de Cajeros, luego en Cajera en un banco.
Hace años, todo lo que quería hacer era convertirme en alguien. Quería hacer algo con mi vida. Desafortunadamente, no me gradué como lo hacen todos los jovenes. Fallé muchas de mis clases de secundaria debido a la falta de atención de mis padres y las decisiones inmaduras que tomé de joven. Se suponía que debía graduarme de la escuela secundaria en la primavera de 2005 y aún así recibí mi diploma de escuela secundaria hasta la primavera de 2008. Aunque tardé tres años en recibir mi diploma de escuela secundaria, no me di por vencido. Temí estar estancado en cualquier lugar debido a mis limitadas, habilidades, educación y recursos. Sabía que la educación era MI clave para tener éxito en la vida: la educación era una forma de salir de la pobreza.
Empecé la universidad en otoño de 2008 y completé mi A.A. en la primavera de 2015. Esa misma primavera de 2015, comencé mi B.S.- ¡todo al mismo tiempo! Despues me graude en la primavera del 2015 con B.S. Ahora, estoy inscrito en un programa de posgrado y estoy en camino de completar mi maestría. A través de ese proceso, tuve que moldear mi carácter, mi comportamiento y mi actitud, cambiar mis perspectivas y procesos para enfrentar escenarios y problemas.
En 2015, decidí establecer algunos objetivos profesionales. Quería ser el mediador de un empleado en el departamento de recursos humanos. Después de tantas entrevistas y rechazo por la falta de experiencia, en el otoño de 2016 se abrió una puerta. Tengo mi pie en el campo y aquí estoy. A través del proceso, preguntaba y preguntaba ... y pedía y le pedía a Dios que me diera la sabiduría para tomar la mejor decisión para mí, educativa y profesionalmente. Poco a poco, encontré mis pasiones, mis habilidades, mis dones y aprendí a usarlos en mi profesión. Hasta ahora, he descubierto que mi pasión se encuentra en la enseñanza, el estímulo, la ayuda, la dirección, la explicación, la tutoría y la guía.
Es importante que mencione el tiempo que me llevó ir de un lugar a otro porque las cosas no vienen rápido: al establecer metas, la persistencia y la consistencia son factores clave. Además, algunas veces se necesita tiempo para cosechar lo que sembró. Tal vez te tome alrededor de siete años como lo hice para terminar la universidad o lograr un objetivo, pero ten en cuenta que el tiempo que estés invirtiendo en tu educación o profesión valdrá la pena: EN LO QUE SIEMBRES, COSECHARAS! En Gálatas 6: 7-9 dice: "Así que no nos cansemos de hacer lo que es bueno". En el momento justo cosecharemos una cosecha de bendiciones si no nos damos por vencidos ".
Estoy tan bendecida de tener a la familia que tengo pero desafortunadamente no me enseñaron algunos principios importantes de la vida. Nunca me enseñaron a luchar por lo que quiero en la vida. Nunca me enseñaron que la educación y el avance profesional fueran importantes. Tampoco me enseñaron la importancia del cambio constante y el desarrollo en nuestras vidas. Fui la primera generación que nació y creció en los Estados Unidos. No culpo a mi familia por no haberme enseñado ciertos principios de la vida. Mientras crecía y asistía a la escuela, ellos luchaban por ganarse la vida en un nuevo país con un nuevo estilo de vida, así que los entiendo.
Aunque nuestra cultura inconscientemente nos lleva a conformarnos con menos, les animo a establecer metas altas. Aunque nuestra cultura inconscientemente nos lleva a trabajar duro en un trabajo de salario mínimo, te animo a que te prepares y sigas subiendo. Aunque nuestra cultura nos lleva a creer que no hay mucho para la vida,, nada mas que casarnos, tener hijos y trabajar: te animo a prepararte educacionalmente, a construir tu carrera, a prepararte para el matrimonio y a una familia, y también a disfrutar las bendiciones en la vida.
Disfruto compartir mi historia porque simplemente quiero alentarlos a soñar en grande, establecer metas, arriesgar, confiar en Dios y buscar a Dios que los ayude a lograrlos. Entiendo que todos tenemos ciertas circunstancias, pero sus circunstancias no deberían afectar su deseo de crecer en todos los sentidos, ya sea espiritualmente, mentalmente, educacionalmente, o profesionalmente. Su edad no importa, su función actual no importa, y en donde se encuentra emocionalmente no importa. Lo que importa es la disciplina que te das para prepararte para avanzar en la vida.